En la era actual de transformación digital, las instituciones de educación superior en Latinoamérica enfrentan desafíos únicos que exigen una visión estratégica y un enfoque innovador. Uno de los aspectos clave para impulsar el cambio y mantener la relevancia en un entorno competitivo es la implementación de un modelo bimodal en las operaciones tecnológicas de la universidad. Este modelo, que consiste en tener dos equipos distintos – uno enfocado en la operación y otro en la transformación – puede ser la clave para impulsar la innovación y mantenerse a la vanguardia en un mundo digital en constante evolución.
En el contexto de Latinoamérica, donde las realidades económicas pueden representar un desafío adicional, la adopción de un modelo bimodal puede ser especialmente beneficiosa. Aunque pueda parecer un cambio drástico, la realidad es que, con un equipo reducido, pero altamente capacitado y enfocado en la innovación, las universidades pueden lograr avances significativos en su transformación digital. La clave está en demostrar el valor de la investigación y la aplicación de la tecnología para mejorar de manera disruptiva el negocio educativo.
Acercamientos y consultorías personalizadas tienen un mayor potencial de ayudar a las instituciones con esta transformación. La labor principal consiste en asesorar a los CIOs en la estrategia tecnológica para la educación superior, desde la creación de modelos de gobierno hasta la implementación de métodos operativos para TI. Un equipo experto puede trabajar efectivamente y de forma directa con los CIOs y sus equipos de liderazgo, proporcionándoles apoyo en presentaciones ante la dirección general u otros equipos de liderazgo de las instituciones.
Un proceso de consultoría puede variar en duración y estructura según la necesidad específica. Sin embargo, un ejercicio serio para validar los KPIs financieros de TI puede tomar un mes, mientras que un proyecto de arquitectura de datos puede extenderse por tres o cuatro meses. Implementar metodologías de innovación o un CRM puede requerir unos cinco meses. En general, las instituciones deben recibir apoyo en momentos críticos para los proyectos institucionales, donde una simple llamada puede ser tan valiosa como un proyecto de varios meses.
Las estrategias y mejores prácticas en una consultoría especializada deben incluir una evaluación inicial del estado actual de transformación digital de la institución, lo que puede ser un primer paso crucial para identificar áreas de mejora y establecer una hoja de ruta clara hacia la innovación. Herramientas como el asesor de madurez digital proporcionan una visión integral de la situación actual de la institución y ayudan a determinar los próximos pasos a seguir. Esta evaluación es fundamental para comprender en qué etapa se encuentra la institución en su proceso de transformación digital y qué acciones son necesarias para avanzar hacia un futuro más innovador y competitivo.
La implementación de un modelo bimodal, combinado con una sólida gobernanza de datos y una evaluación estratégica de la madurez digital, puede ser la clave para impulsar el éxito en la transformación digital de las instituciones de educación superior en Latinoamérica y en todo el mundo. Al adoptar un enfoque innovador y centrado en la investigación, las universidades pueden prepararse para afrontar los desafíos del futuro y seguir siendo relevantes en un mundo cada vez más digitalizado. La transformación digital es un viaje continuo, y con las herramientas y estrategias adecuadas, las instituciones educativas pueden abrirse paso hacia un futuro más brillante y competitivo.
Los resultados esperados de una consultoría pueden variar según los objetivos y necesidades específicas de la institución, pero generalmente incluyen la reducción de costos, mejoras en el servicio, solución de problemas de seguridad y establecimiento de un modelo de gobierno más efectivo. Es esencial identificar el objetivo del proyecto: ¿se busca reducir costos, aumentar ingresos, mejorar la experiencia del usuario u otros objetivos comerciales? Una vez definido este objetivo, se puede determinar la tecnología y la implementación necesarias para alcanzarlo.
Por ejemplo, el CIO de una de las instituciones más prestigiosas de México buscaba mayor reconocimiento y apoyo dentro del equipo de liderazgo. Tras una breve consulta, la institución se enfocó en profesionalizar la práctica de tecnología, demostrando su importancia como habilitador clave en el sector de la educación superior. Esto implicó establecer un modelo de gobierno, desarrollar capacidades técnicas y de gestión, y diseñar una arquitectura de datos sólida. El resultado fue un plan aprobado por el rector y aceptado como guía para la organización.
Un enfoque centrado en la institución es fundamental. Es necesario sentir la empatía de parte del equipo consultor y comprender que las soluciones tecnológicas son herramientas vitales para quienes las necesitan. Además, es crucial entender el sector. No basta con conocer la tecnología; debemos comprender el negocio para ofrecer propuestas efectivas. Por eso, es importante integrarse al equipo de liderazgo y aprender sobre el sector de la educación superior y sus dinámicas. Sin ese entendimiento, no es posible hablar de calidad.
La misión de una oficina de tecnología es alinear las capacidades técnicas con los objetivos de la institución. Esa es la misión fundamental. Para lograrlo, es necesario entender cómo alinear la tecnología con los objetivos del sector. Si no se logra esto, no se añadirá valor. Es esencial tener esto presente. Una vez aceptado, se comprende que la única forma de alinear la tecnología con los objetivos de la compañía es aprender sobre el negocio. Es necesario comprender cómo funciona el negocio y por qué se han establecido esos objetivos.
Por ejemplo, en la industria de las telecomunicaciones, se siguen altos estándares de calidad debido a la relación cercana con la industria aeroespacial y militar. Sin embargo, en el sector educativo, los estudiantes viven con la institución durante gran parte de su vida diaria, y tienen diferentes deseos y necesidades. Por lo tanto, es importante comprender que no se puede estandarizar todo ni tener control absoluto sobre todo lo que sucede.
En un entorno donde la tecnología es indispensable para mantenerse competitivo, las instituciones de educación superior enfrentan el desafío de transformar sus prácticas de TI. No se trata únicamente de implementar tecnología, sino de elevarla a un nivel de profesionalización que la convierta en un habilitador imprescindible. Por esta razón, la misión de una consultoría especializada es apoyar en momentos críticos, desde una simple llamada hasta proyectos de varios meses, ayudando a definir objetivos claros y adaptar las soluciones tecnológicas necesarias.
Es esencial comprender que no todo puede estandarizarse o controlarse por completo. La clave está en integrar la tecnología con un profundo entendimiento del negocio y sus dinámicas, especialmente en el contexto económico de Latinoamérica. Aquí, un modelo bimodal, con equipos enfocados en operación y transformación, puede marcar la diferencia. Combinado con una sólida gobernanza de datos y una evaluación estratégica de la madurez digital, este enfoque puede impulsar significativamente la transformación digital de las instituciones educativas.
Sobre Iván Alonso
Reconocido por el Global Forum for Education and Learning (GFEL) como uno de los 100 líderes más importantes del mundo en educación en 2021, Iván Alonso actualmente es consultor en estrategia tecnológica empresarial para Doctums. Iván es un experto en integración de tecnología en la educación, con más de 35 años de experiencia en puestos de liderazgo en la industria tecnológica. Además de ser pionero en la introducción de la banda ancha en México en los años 90, Iván ejerció durante nueve años como CTIO de Laureate Education en Norte y Centroamérica.